Los lamentables y deshonrosos hechos acaecidos recientemente en el seno de
Un elemento ya existente, que al igual que el óxido, corroe las estructuras lentamente hasta destruirlas si no es tratado a tiempo, un fenómeno que no puede pasar desapercibido ya que es tan grave y dañino como el delito original pero potencialmente más peligroso y que imprescindiblemente se debe eliminar. Este fenómeno al que me refiero es el Informante en el ámbito militar y su legitimación.
Más peligroso porque mientras que el delincuente, y de hecho así ha sucedido, más tarde o más temprano es identificado y extirpado de
Pero tan o más grave que la existencia del Informante, es la legitimación tácita del mismo por parte de las Autoridades.
El hecho que la “carpeta” o la “cancha” (sic), de determinada autoridad le permiten el acceso a información por canales que no son los correspondientes, es un arma de doble filo cuando de una Institución Militar se trata.
Hagamos un poco de historia….en todas las guerras en todos los tiempos, frías o calientes, convencionales o irregulares, siempre un bando u otro emplearon informantes.
Personajes que no dejan de ser despreciables, que ya sea por remuneraciones económicas, mejoras en las condiciones de reclusión si son prisioneros, promesas de ascensos o cargos en un futuro y eventual cambio de conducción, etc, son capaces de traicionar o vender camaradas , familiares o amigos y hasta su patria si la transacción es ventajosa.
También en la vida cotidiana y sin estar en guerra, existe el espionaje industrial por ejemplo, donde a través de empleados desleales a una parte, la competencia obtiene información que le permite sacar ventajas y obtener beneficios.
Ambos, el informante Militar y el civil tienen algo en común, tienen precio, lo hacen a cambio de algo.
Aceptemos que en la guerra sea válido, ya lo expresó Sun Tzu en El Arte de
Entonces, si no estamos en guerra, si no se pretende de algún lado obtener información técnica para beneficio económico, … donde encuadra y porqué existe el Militar Informante?.
Este personaje encuadra en alguna de las siguientes categorías o especies;
Por un lado están los enfermizamente resentidos por no haber alcanzado determinada jerarquía o no haber accedido a algún cargo o puesto que los desvelaba, en la mayoría de los casos a consecuencia de sus propios deméritos, y en lugar de ponerse en manos de un buen sicólogo, descargan su frustración personal y su ira en el sistema ya sea a través de calumniosos anónimos en algún medio acorde a su nivel moral, o denuncias ante alguien que por alguna razón y porque le sirve a sus propios intereses , pueda ser receptivo.
Por otro lado y en otra categoría están los mediocres, que ven como única posibilidad de ser protagonistas de algo en su triste vida, el difamar o denostar, (siempre ocultos por supuesto), a personas o instituciones atribuyéndose una mezcla de “principismo” e, iluminación espontánea.
Ambos tipos de especies, que por supuesto individualmente no resisten un archivo, tienen mucho en común, los mediocres, a causa de su mediocridad están resentidos consigo mismos y los resentidos vengativos son, por ser eso mismo, unos mediocres. También, ambas especies saben y lo aceptan sin sentir lástima de si mismos, que son instrumentos de terceros con otras ambiciones e intereses y que inteligentemente les hacen creer que son útiles para algo así como la salvación moral de
El fin no justifica los medios , máxime cuando ese fin se puede lograr por las vías y procedimientos que corresponden.
Las leyes, Códigos y Reglamentos en vigencia que rigen para la organización militar determinan que cualquier integrante independientemente de su jerarquía tiene el derecho y la posibilidad de llegar hasta las máximas jerarquías, incluyendo Ministro de Defensa, y plantear ideas, discrepancias, opinar y para este caso particular, acusar o denunciar irregularidades o a personas, pero debe, obligatoriamente, seguir
Quienes no lo hagan y quienes fomenten o acepten desvíos en este sentido, están directamente atentando contra esa pureza de procedimientos y rectitud que proclaman o pretenden defender.
No solo no es de recibo, sino que es una excusa ante falta de carácter y convicción (por no llamarlo claramente, cobardía), decir que si un subalterno denuncia a un superior, las represalias acabarán con su carrera. No faltarán quienes digan que de no haber habido denuncias anónimas, éste caso particular que afecta a
Pero insisto, tan o más grave que los hechos en sí, es que se aliente, felicite o se sienta orgullo de haber hecho o permitido hacerlo, la practica desleal de saltearse la cadena del mando.
Por un lado se exige disciplina, lealtad, y por otro lado ---¿ se fomenta una suerte de “0800 Denuncia Anónima”???, o se permite que Oficiales se presenten directamente a golpear la puerta de un despacho en un Ministerio o en el Parlamento, o levantar un teléfono al mismo lugar, sin antes haber recorrido
No señores,
Quien o quienes, lógica y justificadamente indignados con los hechos ilegales en
Si como dicen, buscan una Institución profesional y honesta…procedan de acuerdo a reglamento, a no ser que pretendan recompensas de terceros o sigan con la necesidad de descargar sus frustraciones personales.
Capitan de Navio (CG) ® Rubens Romanelli
C.I 1.323.304-0