miércoles, 12 de agosto de 2009

2010 EL AÑO QUE ESTAREMOS EN PELIGRO

2010

LAS NOTAS DE ESTE BLOG NO NECESARIAMENTE REFLEJAN OPINION DE EQUINOX
2010 EL AÑO QUE ESTAREMOS EN PELIGRO
Carlos Rodríguez Lagreca

La noción de la Historia se pierde cuando compramos frutas en el mercado, cuando pagamos impuestos, hacemos un asado o nos ponen una multa.- La vida cotidiana, la de los horarios de trabajo, de la televisión, la de los cumpleaños y los velorios, y en fin lo que llamamos “La Vida”, nos consume el tiempo en cuestiones que creemos importantes –sin duda lo son – pero nos va quitando la capacidad de reflexión, de ver detrás de la pantalla, de analizar el porqué esta sociedad no encuentra el rumbo de su destino.-

La noción de la Historia no solamente desaparece sino que en nuestra enajenada mentalidad, ni siquiera la concebimos, no sabemos quienes somos y tampoco sabemos adonde vamos, nos dejamos conducir por una especie de seres diferentes que se autodenominan “políticos”y que en cada olimpiada, nos invitan a votarlos con promesas que les creemos y así validamos su poder y privilegios en elecciones rigurosamente legales que dividen a la sociedad entre electores y elegidos.- Unos con sus fueros intocables y otros con sus miserias insatisfechas.- Unos justifican y otros reclaman, a eso le hemos dado el nombre de Democracia.-

Y en nombre de eso no somos conscientes, como ciudadanos indolentes y cómodos, del verdadero juego del Poder en el cual el Arte de la Comunicación se transforma en la mas hipócrita demagogia en cuyo ejercicio voluntarista todos mienten, la Verdad deja de existir, la ignorancia es abusadamente usada y la ambición de poder se disfraza de fraternalismo social.-

Los marxistas podrían explicarlo mejor, saben de que se trata y saben como hacerlo.- Viven para eso y la democracia es su mayor estímulo, infiltrados en ella se regocijan de usarla.- En el supuesto de que los demás no se den cuenta.-

Pero algunos nos damos cuenta.- Y por eso pasamos al índex de los fascistas, en un embrollo en el cual la izquierda vernácula trata de disimular sus raíces absolutistas acusando a otros de dictadores y salvaguardando los propios –ídolos venerados e intocables - en el discurso habitual y permanente de su falsía democrática.- Porque al parecer nadie ha sido ni será jamás mas demócrata que ellos.-

Su autotítulo de progresistas, está sustentado por las patentes de invención de todos los logros que las sociedades con gran sacrificio, han logrado en los últimos tres siglos.- Según su soberbia versión, la justicia social, los derechos del hombre y el ciudadano, la comunidad de naciones, la protección jurídica de los desposeídos, el voto igualitario y secreto, la creación de los sindicatos y en fin una interminable lista de logros que trabajosamente la Humanidad ha ido conquistando, es consecuencia única de sus geniales atributos.-

Sus méritos son exclusivos y totales, los de los demás no solamente no cuentan sino que son aviesas artimañas de sus enemigos naturales que deben ser descalificados a cualquier costo, ellos son la verdad y la ley, y ninguna idea que no provenga de su olimpo deberá considerarse, porque sencillamente no puede existir.-

Es natural entonces que también la Historia deje de existir, nada de Héroes, nada de fechas Patrias, nada de conmemoraciones ni de crónicas del heroico pasado del cual no fueron protagonistas.- En su desquiciada visión, se han apropiado del artiguismo y hasta de las cenizas del Prócer.-
Los Partidos tradicionales no solamente deben ser batidos en las urnas, sino que deben ser olvidados como oprobiosos representantes de la oligarquía a la cual la “clase trabajadora” le declaró la guerra hace casi un siglo atrás.- Para eso se creó y oficializó una “Nueva Historia” como la gran verdad que se había ocultado y era preciso contar.-

Y con total impudicia y sarcasmo se rescribió la crónica de los buenos y los malos con la descarada desmesura de refundar una Nación en base a la visionaria mezquindad de su fanatismo, empecinado en destruir sus pilares institucionales.-

La seguridad jurídica, o mejor dicho la confianza en el respaldo de la Justicia también está resbalando del trapecio y se nos está cayendo al vacío.- Detrás de los grandilocuentes discursos se esconde la aviesa ambición de implantar una justicia propia condescendiente y subordinada al poder político como elector supremo de culpables e inocentes, orientada por una xenofobia ideológica tan taimada como indisimulable.-

La categoría del “compañero” ha superado y excluido a la del ciudadano tan gloriosamente rescatada por los enciclopedistas del siglo XVIII que le devolvieron al súbdito, víctima milenaria del despotismo, la dignidad de ser ciudadano.- Que es la categoría del hombre libre solo subordinado a la Ley y a la Justicia.- Pero eso hoy ya no cuenta, el ciudadano ha sido sustituido por el compañero, un súbdito incondicional de una ideología, de una fuerza política, de un sindicato.-

El compañero es otro tipo de ciudadano, cuya condición lo hace inmune e impune a las leyes que rigen para los demás, puede hacer lo que los demás no pueden.- Puede dejar a miles de personas sin transporte, sin asistencia sanitaria, puede ocupar fábricas, cortar calles, puede insultar y enjuiciar sin temor a ninguna consecuencia.- Los Derechos Humanos son de su exclusiva propiedad, aduciendo la doblez de víctima vengativa y de juez omnipotente y arbitrario.- Plebiscitólogo y juntafirmas insomne, se enaltece luciendo su militancia patoteril.-

Es el Nuevo Héroe para quien las leyes no rigen.- No las que han sido escritas antes de él , el compañero deroga o ignora lo que no le sirve a sus propósitos, promulga sus propias leyes y establece sus propios códigos.- Y nos los impone, porque ha tomado conciencia de su poder y lo usa y lo luce a despecho de todos y a la vista de todos, puesto que no acepta otra autoridad fuera de su propia cofradía.-
Ya no nos reconocemos como compatriotas, los compañeros nos han quitado los cubiertos de la mesa y cuando recogemos alguna migaja de su desprecio, miramos incrédulos como se solazan del banquete del Poder.-
Son de hecho los nuevos Barones feudales dueños de vidas, tierras y almas, están convencidos de que nada puede escapar a su celoso control , como herederos místicos de la filosofía de Marx y de la sabiduría de Fidel.-

Los ministerios como clubes partidarios; los “entes autónomos” dirigidos exclusivamente por compañeros que deciden con criterios ideológicos y electoralistas, el porvenir de los sectores estratégicos del país.- La Enseñanza, concebida como un ámbito adoctrinador de una nefasta nueva cultura política.- La Inseguridad como lapidario terror cotidiano y justificada como culpa social.- Los negociados elegantemente encubiertos de los celosos custodios de la moral pública.- La humillante vergüenza de ser tratados como provincia porteña, para pagar favores de acarreo de votos.-
Y en fin, podríamos seguir en una lista interminable de lo que el “progresismo” hipócrita nos ha condenado y pretende hacernos creer que está todo bien y que el sol naciente que ha sustituido al Escudo Nacional alumbra el camino de nuestro futuro.-

Reconozcamos que esta República está agonizando y así como no nos dimos cuenta del proceso previo a la dictadura anterior, parece que no aprendimos nada porque estamos en víspera de una nueva dictadura, y nadie se anima a anunciarla.- El Parlamento se muestra como “el Club exclusivo de los buenos muchachos de izquierda” mientras los demás duermen la siesta discutiendo minucias, y la batalla de los grandes temas se elude y se ignora.- Es posible que tampoco ahora seamos conscientes del proceso que estamos viviendo?.-

El iceberg de la realidad solo muestra su cresta visible, su enormidad permanece oculta mientras nos divertimos en elecciones que ni siquiera comprendemos.- Entendámoslo de una buena vez, este es el año de La Elección entre la libertad y el despotismo y comprendamos que el Voto no es solo acertar a meter un papel en la hendidura de una caja, es un acto de suprema responsabilidad.- Como nunca, estaremos eligiendo nuestro futuro y el de las generaciones que estamos criando y las que están por nacer.-
Y el gran riesgo está en que esta sociedad enferma, dividida y fracturada haya perdido la capacidad de crítica, y como consecuencia también la sensatez para elegir a nuestros gobernantes.- Y esas equivocaciones se pagan muy caro.-

Pero cualquiera sea la elección, nadie nos salvará del 2010, un Año Terrible como inicio de un quinquenio en el cual no habrá tregua, puesto que la lucha de clases es el blasón de una guerra que todavía no han ganado, pero que jamás desistirán de librar.-
La pobre República está en riesgo y de su destino todos seremos responsables.- De nada valdrá luego lamentarse cuando no encontremos la llave perdida del cuartito de llorar-